Un minuto de cambios (por Kiara Antonella)

  

Un 3 de marzo fue el día que ocurrió. Ése horrible día que marco mi vida y que nunca podre sacar de mi mente, ese día que encontré a ese hombre muerto descogollado, ese hombre al que llamaba ‘’Papa’’.

Solo era yo una simple y común chica creyendo tener una vida normal, saliendo a correr por las mañanas, estudiando y disfrutando de mi adolescencia, bueno normal hasta un día antes de lo ocurrido. No puedo explicarlo, de alguna manera me desperté en el momento exacto en el que mi padre estaba murmurando en el sótano, yo lo escuché porque bajé a tomar un vaso de agua. Se lo notaba con una voz preocupada como si algo lo tuviera mal y las únicas palabras que escuche fueron ‘’por favor con mi familia no’’ y ‘’a mi háganme lo que quieran’’.
Fue extraño no me suelo meter en lo temas privados de mi padre ya que era un empresario importante y lo veíamos muy poco en mi hogar.
Después de ello me fui a dormir sin pensar que nada malo pasaría seguramente había escuchado mal o era todo una fantasía mía. Como siempre a la mañana me levante y fui a recorrer la plaza, mi ejercicio diario, cuando, de repente, suena mi móvil y era mi madre pidiéndome que llegue antes para preparar el almuerzo del día para la familia. De ahí fui directo a mi casa, llegué y fue cuando lo vi. Un cadáver en el piso una cabeza perdiendo sangre y un machete en el piso, era mi padre que estaba muerto lo asesinaron a mano armada nadie sabe ¿Quién? ¿Por qué? Lo único que se es que me siento culpable por ignorar lo que había escuchado, y así fue como cambio mi vida en un minuto.