Ellos vivían en un edificio muy grande, él creía que viajando por el ascensor hacia el subsuelo en realidad iba al centro de la Tierra. La madre Norma de chica se había quedado encerrada en un ascensor de un centro comercial, quedó traumada, y desde ese día, si hay que bajar o subir usan la escalera.
Un día cuando el niño ya tenia once años, su madre Norma, le dijo: –Hijo ve a comprarme, un desodorante para pisos, pan, galletitas y jugo.
El dijo:-Bueno madre.
El niño usó el ascensor para ir. Al llegar a la planta baja escuchó una alarma, se asustó, llegó al subsuelo y cuando se deslizaron las puertas vio que no era el sótano, era el ¡CENTRO DE LA TIERRA! Al llegar vio como en sus mano le apareció un pico, una pala y un mapa de un tesoro maya que hizo él de pequeño. A su cuerpo lo rodeaba una soga. El niño tenía una sonrisa imborrable en su cara, vio que todo lo alumbraba una lámpara muy extraña, con una luz muy fuerte, muy intensa, pero a pesar de ella se notaba que era todo oscuridad.
- Bajó del ascensor, comenzó a correr, saltar y a buscar el tesoro. Cuando lo encontró, se arrodillo a agarrarlo, lo abrió, miró y vio que era lo que su madre le había mandado a comprar. Se rió, se levantó del suelo y comenzó a caminar hacia el ascensor, se tropezó con una roca y se desmayó. Cuando despertó y estaba acostado en la cama de su habitación, se dio cuenta que fue sólo un sueño.
- Natacha Maimara
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